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Melatonina y Triptófano


El L-triptófano es un aminoácido esencial, el cual se encuentra naturalmente en proteínas animales y vegetales. Para todos los aminoácidos, incluido el L-triptófano, solo el isómero L se utiliza en la síntesis de proteínas y puede atravesar la barrera hematoencefálica. En los seres humanos, el triptófano tiene un almacenamiento tisular relativamente bajo y la concentración general de triptófano en el cuerpo es la más baja entre todos los aminoácidos, aunque solo se necesitan pequeñas cantidades para una nutrición saludable. El triptófano y sus metabolitos son beneficiosos para mejorar la función del sistema inmunológico. Puede ser un determinante importante del estado de ánimo, la cognición y el comportamiento. Los ensayos clínicos señalan su posible eficacia en el tratamiento de trastornos psiquiátricos, particularmente cuando se usa en combinación con otros agentes terapéuticos. Varios derivados del triptófano funcionan como atrapadores de los radicales libres y antioxidantes. También la melatonina elimina directamente los radicales hidroxi, peroxilo, anión peroxinitrito y el oxígeno singlete. Sus acciones antioxidantes incluyen la protección de los lípidos en la membrana celular, las proteínas en el citosol y el ADN en el núcleo. Atraviesa todas las barreras morfofisiológicas y entra sin problema en todas las células del organismo. La melatonina, es el principal producto secretor de la glándula pineal. La síntesis se produce de una manera circadiana y los niveles sanguíneos son más altos por la noche. En circunstancias habituales, la glándula pineal parece ser la única fuente, o al menos la principal, de melatonina circulante; sin embargo, después de la pinealectomía quirúrgica combinada con la administración de triptófano, se miden los niveles aumentados de melatonina en la sangre y el sitio de origen probablemente sea el tracto gastrointestinal. Otro posible sitio de la síntesis es la retina. El envejecimiento altera los ritmos circadianos de la melatonina, la serotonina, las respuestas termorreguladoras, la producción de citocinas y el sueño/vigilia que afectan la calidad del sueño. La melatonina elevó los niveles séricos de melatonina en modelos animales; el triptófano aumentó los niveles de melatonina y serotonina en modelos animales. En estos modelos, la melatonina y el triptófano redujeron la actividad nocturna, la temperatura central y los niveles de citocinas y aumentaron la temperatura periférica en ambos grupos, lo que sugiere que la melatonina o el triptófano pueden limitar o revertir algunos de los cambios que ocurren en los ritmos de sueño-vigilia y la temperatura debido a la edad. En el mismo estudio se ha confirmado que la melatonina y el triptófano exógenos aumentan sus niveles circulantes del indol pineal; reducen la actividad locomotora nocturna, la temperatura central y los valores séricos de interleucina; y estimulan los mecanismos de pérdida de calor (mientras funcionan) o refuerzan las correlaciones entre las temperaturas centrales y periféricas, y la melatonina y la serotonina circulantes. Esto podría implicar que mejorar el aporte de triptófano en la dieta o un tratamiento con melatonina de acuerdo con las necesidades del ciclo circadiano en poblaciones con trastornos del sueño, probablemente resultaría en un mejor ajuste de sus ritmos circadianos y con una mejora general de su salud.

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